Se presentó en el Museo Municipal ante la aparición de la Segunda edición, en enero

El autor del libro, Antonio maldonado, con el concejal de cultura de Alcázar de San Juan, Benedicto Úbeda
La desconocida historia de «el trenillo» que enlazaba Valdepeñas y Puertollano entre los años 1860 y 1963 es el argumento del libro de Antonio Maldonado «El ferrocarril en La Mancha», que el autor presentó en el Museo Municipal acompañado por el concejal de cultura, Benedicto Úbeda, que expresó el orgullo que significa que la Biblioteca de Autores Manchegos haya publicado recientemente los trabajos de tres autores que viven en Alcázar de San Juan.
La Biblioteca de Autores Manchegos, prepara para el mes de enero la segunda edición de este libro, porque se han agotado los 1.500 ejemplares de la primera tirada de esta historia, fruto de tres años de trabajo investigador de Antonio Maldonado, que no se considera historiador pero sí «un gran aficionado a las tradiciones populares».
El trenillo de vía estrecha (con un ancho de 75 centímetros) fue impulsado por pequeñas compañías que tenían detrás a gente importante (como diputados) y a un grupo de intereses vasco que con pocas inversiones sacaba su producción agraria desde la Vega del Jabalón. Maldonado, que recupera el cancionero popular y le reinterpreta con su grupo La Camerata Cervantina, redescubre a un cronista valdepeñero de finales del siglo XIX, recordando coplas que hablan de las escasas inversiones que se hicieron en esta línea férrea de la que sólo se esperaban beneficios. Uno de las letras tradicionales que recoge el libro dice: «Vale más lo que tapa de mi morena el mandil / que el dinero que os ha costao hacer el ferrocarril»
El concejal de cultura, Benedicto Úbeda presentó el libro repasando la trayectoria musical de Antonio Maldonado y con una referencia histórica a este tren de vía estrecha que fue explotado desde 1860 por compañías privadas, con escaso mantenimiento, lo que obligó a su nacionalización en 1934. Con todo, este tren contribuyó al desarrollo socioeconómico de la comarca manchega durante más de un siglo.
Por su parte, Antonio Maldonado señaló el desconocimiento público de la historia de esta línea ferroviaria, debido en gran medida a la opacidad de la empresa (o empresas) que la crearon y explotaron. El «trenillo» transportaba viajeros entre Valdepeñas y Puertollano a través de Calzada, constituyendo un modo privilegiado de comunicación para el Campo de Calatrava.
La principal mercancía que transportaba era vino, pero el cancionero popular también recoge (y así se cuenta en el libro) que llevaba agua desde los pozos de Moral de Calatrava (en fincas de los propietarios de la línea ferroviaria) hasta las fuentes de Valdepeñas hasta que este municipio tuvo canalizaciones de agua en 1926. Hasta ese año, según recoge el cronista Eusebio Vasco, la gente de Valdepeñas tenía que ir a comprar el agua a la conocida como «fuente del Cristo». La copla dice: «Que palmitos tan hermosos se crían en Valdepeñas / se crían sin tener agua, que sería si la hubiera / pero la trae el trenillo, que buen agua del Moral / en la plazuela del Cristo una fuente encontrarás».
Publicado en Ayuntamiento de Alcázar de San Juan: http://www.alcazardesanjuan.es
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