El Almacén Temporal Centralizado se construirá en Villar de Cañas

La localidad conquense de Villar de Cañas ha sido la elegida como emplazamiento del futuro Almacén Temporal Centralizado, que recibirá los residuos de alta intensidad procedente de las centrales nucleares españolas.La medida ha sido tomada hoy por el Consejo de Ministros

SINC | 30 diciembre 2011 15:23

Contenedor metálico para el transporte de combustible gastado. Imagen: Enresa

El Consejo de Ministros ha confirmado hoy que la localidad conquense de Villar de Cañas albergará el Almacén Temporal Centralizado (ATC) que donde se almacenarán el combustible gastado y residuos vitrificados de alta actividad procedentes de las centrales nucleares españolas. La medida forma parte del actual Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR) y se prevé que la vida de este ATC sea de unos 60 años.

“Cada día que no se construya nos cuesta 60.000 euros”, ha dicho la portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría ante un proceso, el de elección de la localidad candidata que comenzó hace siete años. Hasta ahora, el combustible nuclear gastado es almacenado en superficie o, como en el caso de Valdellós, enviado a Francia en régimen de alquiler.

El ATC de Villar de Cañas estará ubicado a unos 100 kilómetros de la central nuclear José Cabrera (Almonacid de Zorita, Guadalajara) y a unos 155 de la central de Trillo, también en Guadalajara. Por el momento, las únicas que albergan residuos de alta actividad almacenados en superficie.

En una de las primeras reacciones tras conocer la noticia, el Foro Nuclear ha declarado su satisfacción por la celeridad con que esta decisión ha sido tomada. En palabras de su presidenta, María Teresa Domínguez, “la construcción y puesta en marcha del ATC es un elemento clave para la estrategia energética. Este almacén supone un impulso y proyección importante para el futuro nuclear de España”.

En la propuesta de Villar de Cañas, que se ha impuesto a otros ayuntamientos con más tradición nuclear como Ascó, el ayuntamiento ha propuesto “un total de 28 parcelas ubicadas en tres zonas diferentes” todas, según el consistorio conquense, calificadas como Suelo Rústico de Reserva y que no presentan protección de carácter ambiental.

El plan también destaca que no se ha detectado la presencia de instalaciones militares, industriales o tecnológicas, ni flujos de transportes especiales que puedan aportar sucesos de riesgo. Tampoco hay oleoductos o gaseoductos en el término y no existe en las proximidades ningún aeropuerto.

El Consejo de Ministros reunido hoy ha detallado que “el proyecto del ATC y su centro tecnológico asociado supondrá una inversión de 700 millones de euros. Para la construcción de las instalaciones se estima un promedio diario de unos 300 trabajadores durante los cinco años de la primera etapa, con algún pico de hasta 500 trabajadores”.

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El almacén nuclear no estará en Castilla-La Mancha

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, le ha confirmado al presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, que «sin ningún género de duda» el ATC no estará en la región

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, le ha confirmado al presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, que «sin ningún género de duda» el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares «no va a estar en ningún municipio de Castilla-La Mancha», donde dos municipios Yebra (Guadalajara) y Villar de Cañas (Cuenca) optaban a acoger esta instalación.

Así lo ha indicado el propio Barreda en Guadalajara, donde se ha reunido con la Plataforma Anticementerio Nuclear. «No sabemos dónde se va a ubicar, porque esa decisión le corresponde al Consejo de Ministros, y hemos sabido que hoy no ha tomado esa decisión. No sabemos dónde va a estar pero sí sabemos donde no va a estar».

En declaraciones a los medios, el responsable regional ha valorado y agradecido la movilización ciudadana que ha habido en la Comunidad Autónoma y en Guadalajara en contra de la ubicación del ATC y ha asegurado que «no fue inútil». «No va a estar en Yebra. Lo digo con esta rotundidad y con esta claridad», ha avanzado el responsable autonómico quien ha reconocido que ésta era la localidad «que podía haber tenido más posibilidades».

«En Guadalajara, donde nos encontramos, hemos hecho demasiadas contribuciones e independientemente de razones profundas que tenemos en relación a un modelo de desarrollo diferente, y porque hemos apostado por energías distintas, independientemente de razones medioambientales y de otra naturaleza, quiero proclamar una razón que tiene mucha importancia, que tiene que ver con la dignidad: no queremos que sistemáticamente se acuerden de nosotros cada vez que quieren colocar algo que no desean en ningún otro sitio. Ya está bien».

En este punto, Barreda ha destacado que personalmente «daba por hecho que aquí no iba a estar» porque «era consciente de que nuestra posición había estado bien defendida, bien argumentada, bien apoyada, y que todo lo que se ha hecho socialmente ha dado sus frutos». A su juicio, «toda la presión social y política y la argumentación que aportábamos nos alejaba» de acoger el ATC.

El responsable autonómico ha valorado la movilización ciudadana «pacífica pero constante y permanente». «No fue inútil aquella manifestación tan impresionante que hicimos en Guadalajara, en la que estuvimos casi todos». «Éramos mucha gente, de Guadalajara, de toda Castilla-La Mancha que decía basta ya, que decía: ´No queremos que se instale este tipo de almacenes nucleares en nuestra tierra´».

En su opinión, este tipo de acciones «nos recuerda que los ciudadanos tienen que participar en la cosa pública» y que «hacen muy bien en expresar su opinión cada vez que estiman que es oportuno, necesario e imprescindible hacerlo».

Zarra, cerca de Albacete

De otro lado, a preguntas de los medios por la cercanía de Zarra (Valencia) a la Comunidad Autónoma y la posibilidad de que este municipio albergue el ATC, Barreda ha señalado que tiene competencias y responsabilidad sobre el territorio de Castilla-La Mancha «y no sobre otros lugares que estén en otras comunidades aunque estén cerca de la nuestra».

«Nuestra lucha ha sido la que se contenía en la resolución de las Cortes de Castilla-La Mancha, que el ATC, en Yebra o Villar de Cañas, que no estuviera en Castilla-La Mancha, y la manifestación, las pancartas, los gritos, eran que no queríamos el ATC», ha precisado el presidente regional.

«Yo tengo una opinión acerca de dónde me gustaría que estuviera, pero la competencia es del Gobierno de España y del ministro de Industria, y lo que hago es celebrar que no vaya a ser aquí y decirlo con claridad», ha concluido, recordando que un «ingrediente fundamental» que se valoraba desde el Congreso era «que hubiera consenso político y ciudadano».

Plataforma anticementerio

Por su parte, el portavoz de la Plataforma Antinuclear, Francisco Castejón, ha reconocido que este es un «momento histórico» para Castilla-La Mancha, y ha asegurado que gracias a la movilización ciudadana se ha sido «capaz de detener una instalación del tamaño y el riesgo de un cementerio nuclear».

«Va a haber un antes y un después, a partir de ahora los alcarreños, los castellano-manchegos están en pie defendiendo su territorio, estamos apostando por modelos de desarrollo alternativos, mejores, por dejar un mundo mejor a nuestros hijos», ha declarado Castejón.

En el mismo sentido, su compañera de la Plataforma Susana Atance ha dado las gracias a «todos los que hemos estado juntos en la lucha». Asimismo, ha destacado que aunque «hemos ganado o vamos a ganar, también hay que respetar, estamos en una democracia, en un país libre, tenemos que convivir todos y tenemos que respetar a los de al lado».  

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La mujer de Barreda votó dos veces a favor del cementerio nuclear, incluso para Castilla-La Mancha

COMO DIPUTADA EN EL CONGRESO

La diputada socialista por Ciudad Real Clementina Díez de Baldeón, esposa del presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, votó a favor de la instalación de un cementerio nuclear en cualquier municipio español en diciembre de 2004, incluida Castilla-La Mancha.

Dos años más tarde, ratificó el proyecto a través de una proposición no de ley sacada adelante por los votos del grupo socialista, según informa este jueves El Confidencial Digital. 

Según informa este periódico, la mujer del presidente de Castilla-La Mancha tuvo la opción de introducir en la propuesta legislativa una cláusula que impidiese a cualquier municipio de la región presentarse al concurso para albergar el almacén, pero no lo consideró oportuno. Aceptó de forma implícita, por tanto, que el cementerio nuclear se pudiera instalar en algún municipio castellano-manchego.

La posición de Díez de Baldeón contrasta de forma notable con la contundente negativa del propio Barreda a instalar este cementerio nuclear en ningún punto de Castilla-La Mancha. 

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