Orgullo en la agrupación musical “El Perdón” tras una Semana Santa plena

.

La agrupación musical “El Perdón” ha culminado una Semana Santa plena este 2023, ya que así lo han permitido las circunstancias meteorológicas. Durante la cuaresma y la propia semana grande ha presentado sus sones a lo largo de la geografía española, destacando el inicio de su andadura con el acompañamiento a “Amor y Bondad” en Sevilla y continuando por las estaciones de penitencia tanto en Alcázar de San Juan, Orihuela, Alcalá de Henares o Campo de Criptana. Este año también han acompañado al Gitano de Madrid por las calles del centro, pero también han vivido una experiencia novedosa al poner sus sones tras el Gran Poder de Andujar, estación que califican como “una vivencia y sensación única, con un gran acogimiento por parte de los hermanos y de Andújar al completo”.

La agrupación se muestra satisfecha con el trabajo realizado, siendo embajadora de los sones manchegos y más concretamente de Alcázar de San Juan. Destacan que durante todo el año se realiza un gran esfuerzo, ya que los ensayos no cesan ni siquiera en verano, varios días a la semana.

Este año han presentado varias marchas propias nuevas, como “El Perdón de Dios” o “Y que nunca nos falte”, ambas compuestas por Javier Cebrero, y dedicadas tanto a Ntro Padre Jesús del Perdón de Alcázar como al Gitano de Madrid, respectivamente.

Desde la agrupación animan a todo aquel alcazareño o alcazareña, así como a los habitantes de las localidades vecinas, a pertenecer a esta gran familia de cara al curso que viene para continuar creciendo musicalmente. “Es una experiencia que merece la pena vivir, los viajes en el autobús, las horas en la calle tocando con tu instrumento y tras el paso que siempre has deseado… Merece la pena tanto esfuerzo para poder vivir algo así”, comenta un componente de la AM “El Perdón”.

Si alguien se encuentra interesado, la agrupación dispone de redes sociales (@Perdon_alcazar) o de página web (www.jesusdelperdon.es), así como de teléfono de información (675860919). No importa la edad ni la experiencia, así como las circunstancias personales ya que se intenta flexibilizar las condiciones dentro de lo posible para continuar manteniendo el nivel esperado.

Deja un comentario

Archivado bajo Alcázar de San Juan

La música de don Quijote en la Tierra de Gigantes

.

La 5ª Mesa Redonda Cervantina tendrá por título “La música de Cervantes y sus obras, y la influencia de éste en la música” y se celebrará en Campo de Criptana

Alcázar de San Juan, 12 de abril de 2023.- En colaboración con el Ayuntamiento de Campo de Criptana, la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha organizado la quinta edición de esta iniciativa cultural poniendo en valor uno de los lugares que más se identifican con la Comarca Quijote, ya que esta población era la única que disponía de un gran número de estos gigantes industriales y fue el único lugar posible en el que Miguel de Cervantes se inspirase para situar en este paraje la famosa batalla contra los molinos de viento, que el autor describió en el mundialmente conocido Cap. 8 de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.

La 5ª Mesa Redonda Cervantina se desarrollará en el incomparable marco del Centro de Interpretación del Molino Manchego, en plena Sierra de los Molinos, el sábado 15 de abril a partir de las 11.00 horas y con entrada gratuita hasta cubrir el aforo del local.

En esta ocasión y por celebrarse en Campo de Criptana, ciudad con amplia tradición musical, la Mesa Redonda versará sobre la música en el Quijote y llevará por título «La música de Cervantes y sus obras, y la influencia de éste en la música» y contará con cuatro ponentes de excepción, profundos conocedores del mundo musical cervantino que ofrecerán ponencias del máximo interés, que aportarán datos desconocidos e interesantes para todos los apasionados de la obra cervantina y para el público en general que asista en directo o siga el desarrollo de la Mesa Redonda a través del perfil de Facebook de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan: https://www.facebook.com/profile.php?id=100007940075912

Desde las 11.00 y tras la inauguración de la Mesa por parte de las autoridades, nuestro socio Miguel Antonio Maldonado Felipe, folklorista, investigador musical y arreglista-director del grupo de música tradicional Camerata Cervantina será el conductor de la mesa y moderará a los ponentes:

D. Manuel Briega Román, Criptanense, profesor superior de Violín y Música de Cámara por el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Profesor de violín del Conservatorio Profesional de Música “Marcos Redondo” de Ciudad Real. Concertista internacional con el dúo Belcorde. Expondrá: “El QUIJOTE: Fuente de inspiración musical del s. XVII al S. XXI”.

D. Enrique Suárez Figaredo, Socio de Honor de la Sociedad Cervantina de Alcázar, Ingeniero eléctrico ya jubilado, investigador residente en Barcelona, estudioso del Quijote, editor y descubridor de una edición desconocida del Quijote de Avellaneda, que a la postre se trató de la primera y más antigua entre los fondos de la Biblioteca Nacional. Gran conocedor del mundo de la edición en el Siglo de Oro, ha editado gran parte de las novelas de caballerías de la época. Ha sido colaborador en el Quijote del Instituto Cervantes, última edición, coordinada por Francisco Rico. Su ponencia será: “El Hombre de la Mancha. Aciertos y desaciertos del film respecto al personaje principal”.

D. Juan José Pastor Comín, Profesor Titular (acreditado a Catedrático) de Música en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y Codirector del Centro de Investigación y Documentación Musical (CIDoM-SIC). Ganador del Premio Nacional Extraordinario de Fin de Grado (MEC) y Premio Extraordinario de Contrapunto y Fuga (2001). Su exposición se titulará: “Usos musicales en las obras de Cervantes”. 

D. Hans Christian Hagedorn, Profesor Titular del Departamento de Filología de la Universidad de Castilla La Mancha, autor de «La traducción narrada: El recurso narrativo de la traducción ficticia», 2006.  Pertenece a Asociación Internacional de Hispanistas (AIH) Asociación Madrileña de Germanistas (AMG) Deutscher Germanisten Verband (DGV). El título de su ponencia será: “La presencia del Quijote en la música popular de los siglos XX y XXI: el caso del jazz”.

La Mesa Redonda Cervantina se ha celebrado ya en El Toboso, Quero, Puerto Lápice, Alcázar de San Juan y en esta ocasión en Campo de Criptana. Siempre en los lugares que son referencia en el Quijote y donde tuvieron lugar las aventuras de don Quijote y Sancho Panza. En 2023 la música del Quijote estará en Tierra de Gigantes.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Deja un comentario

Archivado bajo Alcázar de San Juan

Arranca la XI edición del Torneo Intercentros Penitenciarios organizado por la RFEF

.

Alcázar de San Juan acogerá la Primera Fase

El 12 de abril arranca una nueva edición del Torneo que disputarán los equipos integrados por reclusos procedentes de 33 centros de toda España que buscarán llegar a la final de junio en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.

Alcázar de San Juan acogerá la Fase Regional el 18 de abril, que disputarán los centros de Ocaña I, Ocaña II, Herrera de La Mancha / Alcázar y Albacete. Un total de cuatro equipos buscarán el pase a la Fase Final que se disputará en junio en La Ciudad del Fútbol de Las Rozas. 

Una iniciativa que pretende fomentar la reinserción a través del deporte, desarrollada por la RFEF a través de su departamento de Responsabilidad Social y por Instituciones Penitenciarias. El objetivo es que los reclusos puedan tener conocimientos a nivel de entrenadores y disfruten de charlas de motivación en las prisiones, a cargo de ex jugadores internacionales.

La competición se disputará en el Manuel Delgado Meco de Alcázar de San Juan el próximo martes 18, con un formato de partidos a una sola vuelta, con una duración de 25 minutos cada uno de ellos, a disputarse en fútbol 8.

Publicado en Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha:

https://www.ffcm.es/pnfg/NNws_ShwNewDup?codigo=1012048&cod_primaria=1000057&cod_secundaria=1000057

Deja un comentario

Archivado bajo Alcázar de San Juan

El torneo intercentros penitenciarios “Copa RFEF 2023” se inicia el próximo miércoles

.

Se trata de una iniciativa que busca la reinserción a través del deporte, gracias al acuerdo entre RFEF e Instituciones Penitenciarias. Un total de 33 centros de toda España participan en esta iniciativa de responsabilidad social. La final del torneo se celebrará el próximo mes de junio en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas

La XI Edición del Torneo Intercentros Penitenciarios organizada por la RFEF y el Ministerio del Interior, a través de Instituciones Penitenciarias, dará comienzo el próximo día 12 de abril, poniendo en competición a equipos integrados por reclusos procedentes de 33 centros de toda España que intentarán llegar a la final, prevista para junio en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.

Esta iniciativa, que pretende fomentar la reinserción a través del deporte, está desarrollada por la Federación, a través de su compromiso con la responsabilidad social, y por Instituciones Penitenciarias. Fruto de este acuerdo, además, se forma a los reclusos para que puedan tener conocimientos a nivel de entrenadores y se organizan charlas de motivación en las distintas prisiones, a cargo de ex jugadores internacionales.

La competición arrancará el día 12 en Badajoz, y se irá desarrollando en una primera fase entre los centros de Castilla-La ManchaAndalucíaMadridCantabriaLa RiojaNavarraGaliciaMurcia y Comunidad Valenciana. Esta fase autonómica dará paso a la fase nacional con los campeones de la primera, con semifinales en Madrid y en Antequera. La Ciudad del Fútbol de Las Rozas albergará la final durante la primera quincena de junio.

El programa RFEF-Instituciones Penitenciarias continúa creciendo, de tal manera que en estos últimos meses se ha elevado hasta los 43 centros los que participan en el mismo, a través de colaboración de 16 federaciones territoriales. BalearesCastilla y León y Tenerife han sido las recientes incorporaciones.

Publicado en RFEF: https://rfef.es/es/noticias/el-torneo-intercentros-penitenciarios-copa-rfef-2023-se-inicia-el-proximo-miercoles

Deja un comentario

Archivado bajo Alcázar de San Juan

La casa de don Quijote

El Quijote, al inicio, puede parecer un laberinto geográfico, pero después de familiarizarse con el entorno físico descrito en él deja de serlo.

Si hemos podido situar el lugar de don Quijote en el mapa de la Mancha, teniendo en cuenta los datos geográficos, físicos y humanos, que en el texto nos deja su autor, tratar de situar la casa de don Quijote en el núcleo urbano de Alcázar de San Juan parece posible.

Que Cervantes conoció esta villa manchega, sanjuanista, y su entorno cercano, no cabe duda alguna. No tenemos constancia documental de cuando estuvo, el motivo, ni el tiempo que permaneció aquí. La imagen que de ella tenía Cervantes la traslada al papel de su novela más conocida, lo suficientemente legible para el lector coetáneo que leyó su novela.

Hoy nos parece imposible transitar por una ciudad si no es con un dispositivo de geolocalización en la mano, pero en tiempo de Cervantes identificar la imagen de un lugar  consistía simplemente en percibir lo más nítidamente posible su morfología, el plano urbano con sus hitos, calles, plazas, bordes y edificios singulares. Si el viajero accedía por uno de los caminos de acceso a un pueblo o ciudad, distinguir su estructura y sus barrios le servía de referencia clara para manejarse después en su interior.

La plaza central o mayor, que normalmente albergaba el ayuntamiento, en cualquier villa manchega, es la imagen que identifica el centro de ella, un nodo desde el que parten las calles principales hacia cada uno de los barrios.  También a ella llegan o parten los caminos, en su casco urbano todavía como calles, desde o hacia otras villas cercanas.

Cervantes conoce bien la plaza de Alcázar de San Juan. En ella está la Torre del ayuntamiento y una fuente pública. En toda esta comarca manchega solo Alcázar de San Juan contaba con una fuente en su plaza. Escoge esta imagen vigorosa de la fuente de la plaza y nos la retrata en el texto. Teresa, la mujer de Sancho, le da las nuevas que en su pueblo han pasado desde su segunda partida con don Quijote: «Sanchica hace puntas de randas, gana cada día ocho maravedís horros, que los va echando en una alcancía para ayuda a su ajuar; pero ahora que es hija de un gobernador tú le darás la dote sin que ella lo trabaje. La fuente de la plaza se secó, un rayo cayó en la picota, y allí me las den todas.»(Q2, 52).

Era común, y sigue siéndolo hoy, que en todas las plazas de los pueblos manchegos, en la amplitud de la plaza, se celebrasen los días de mercado; las celebraciones, festividades más importantes y los domingos al mediodía eran el punto de reunión para chicos y grandes.

Para ubicar el barrio de Alcázar de San Juan donde Cervantes emplazó las casas de don Quijote y Sancho Panza, que eran vecinos, analizaremos las salidas y regresos de don Quijote, y la llegada a la villa del paje de la duquesa con las cartas a Teresa. En estos pasajes, Cervantes, describe la estructura urbana de la villa del hidalgo manchego a principios del s. XVII, y de alguna manera nos marca el barrio de los protagonistas de la novela.

Primera salida:

«Y así, sin dar parte a persona alguna de su intención y sin que nadie le viese, una mañana, antes del día, que era uno de los calurosos del mes de Julio, se armó de todas sus armas, subió sobre Rocinante, puesta su mal compuesta celada, embrazó su adarga, tomó su lanza y por la puerta falsa de un corral salió al campo con grandísimo contento y alborozo de ver con cuánta facilidad había dado principio a su buen deseo.» (Q1, 2)

Primer regreso:

«En estas pláticas y en otras semejantes llegaron al lugar a la hora que anochecía; pero el labrador aguardó a que fuese algo más noche, por que no viesen al molido hidalgo tan mal caballero. Llegada, pues, la hora que le pareció, entró en el pueblo y en la casa de don Quijote, la cual halló toda alborotada…» (Q1,4)

Segunda salida:

«Todo lo cual hecho y cumplido, sin despedirse Panza de sus hijos y mujer, ni don Quijote de su ama y sobrina, una noche se salieron del lugar sin que persona los viese, en la cual caminaron tanto, que al amanecer se tuvieron por seguros de que no los hallarían aunque los buscasen…  Acertó don Quijote a tomar la misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje…» (Q1, 7)

Segundo regreso:

«El boyero unció sus bueyes y acomodó a don Quijote sobre un haz de heno y con su acostumbrada flema siguió el camino que el cura quiso, y a cabo de seis días llegaron a la aldea de don Quijote, adonde entraron en la mitad del día, que acertó a ser domingo y la gente estaba toda en la plaza, por mitad de la cual atravesó el carro de don Quijote. Acudieron todos a ver lo que en el carro venía, y cuando conocieron a su compatrioto quedaron maravillados, y un muchacho acudió corriendo a dar las nuevas a su ama y a su sobrina de que su tío y su señor venía flaco y amarillo y tendido sobre un montón de heno y sobre un carro de bueyes». (Q1, 52)

Tercera salida:

«En resolución, en aquellos tres días don Quijote y Sancho se acomodaron de lo que les pareció convenirles; y habiendo aplacado Sancho a su mujer, y don Quijote a su sobrina y a su ama, al anochecer, sin que nadie lo viese sino el bachiller, que quiso acompañarles media legua del lugar, se pusieron en camino del Toboso…» (Q2, 7)

Tercer regreso:

«Aquel día y aquella noche caminaron sin sucederles cosa digna de contarse, si no fue que en ella acabó Sancho su tarea, de que quedó don Quijote contento sobremodo, y esperaba el día por ver si en el camino topaba ya desencantada a Dulcinea su señora…

Con estos pensamientos y deseos subieron una cuesta arriba, desde la cual descubrieron su aldea, la cual vista de Sancho, se hincó de rodillas y dijo:

—Abre los ojos, deseada patria, y mira que vuelve a ti Sancho Panza tu hijo, si no muy rico, muy bien azotado…

—Déjate desas sandeces —dijo don Quijote— y vamos con pie derecho a entrar en nuestro lugar, donde daremos vado a nuestras imaginaciones y la traza que en la pastoral vida pensamos ejercitar.

Con esto bajaron de la cuesta y se fueron a su pueblo.» (Q2, 72)

«A la entrada del cual, según dice Cide Hamete, vio don Quijote que en las eras del lugar estaban riñendo dos mochachos

…Llegaron los cazadores, pidieron su liebre y diósela don Quijote; pasaron adelante, y a la entrada del pueblo toparon en un pradecillo rezando al cura y al bachiller Carrasco.

… Finalmente, rodeados de mochachos y acompañados del cura y del bachiller entraron en el pueblo y se fueron a casa de don Quijote, y hallaron a la puerta della al ama y a su sobrina, a quien ya habían llegado las nuevas de su venida.» (Q2, 73)

Llegada del paje de la duquesa:

«Dice, pues, la historia que el paje era muy discreto y agudo, y con deseo de servir a sus señores partió de muy buena gana al lugar de Sancho, y antes de entrar en él vio en un arroyo estar lavando cantidad de mujeres, a quien preguntó si le sabrían decir si en aquel lugar vivía una mujer llamada Teresa Panza, mujer de un cierto Sancho Panza, escudero de un caballero llamado don Quijote de la Mancha; a cuya pregunta se levantó en pie una mozuela que estaba lavando, y dijo:

—Esa Teresa Panza es mi madre, y ese tal Sancho, mi señor padre, y el tal caballero, nuestro amo.

—Pues venid, doncella —dijo el paje—, y mostradme a vuestra madre, porque le traigo una carta y un presente del tal vuestro padre.

—Eso haré yo de muy buena gana, señor mío —respondió la moza, que mostraba ser de edad de catorce años, poco más a menos.

Y dejando la ropa que lavaba a otra compañera, sin tocarse ni calzarse —que estaba en piernas y desgreñada— saltó delante de la cabalgadura del paje, y dijo:

—Venga vuesa merced, que a la entrada del pueblo está nuestra casa, y mi madre en ella, con harta pena por no haber sabido muchos días ha de mi señor padre.

—Pues yo se las llevo tan buenas —dijo el paje— que tiene que dar bien gracias a Dios por ellas.

Finalmente, saltando, corriendo y brincando llegó al pueblo la muchacha, y antes de entrar en su casa dijo a voces desde la puerta:

—¡Salga, madre Teresa, salga, salga, que viene aquí un señor que trae cartas y otras cosas de mi buen padre!» (Q2, 50)

Después de leer estos pasajes, separados a lo largo de la novela, surgen unos argumentos objetivos que nos sirven para situar en el plano urbano de Alcázar de San Juan la zona donde tenían sus don Quijote y Sancho Panza:

1º Vivían cerca de los bordes o límite urbano de Alcázar de San Juan

En la primera salida indica el narrador que «por la puerta falsa de un corral salió al campo con grandísimo contento»,revelando que las tapias del corral de la casa de don Quijote estaban junto al campo. La hija de Sancho indica también la situación periférica de su casa, cuando invita al paje de la duquesa a acompañarla «que a la entrada del pueblo está nuestra casa».

2º En el este de la villa

Don Quijote, en su primera salida, se dirige hacia el este llegando al final de la jornada a la Venta de Manjavacas, en el término de Mota del Cuervo. A su regreso, por el mismo camino, se encuentra de frente con los mercaderes toledanos que iban a comprar seda a Murcia. De este desafortunado encuentro sale malparado. Recogido del suelo por un vecino suyo, que venía de llevar una carga de trigo a un molino de viento, este lo acomodó como pudo sobre su borrico y «entró en el pueblo y en la casa de don Quijote». En la época de la escritura del Quijote, en esta parte de la Mancha, solo tenían molinos de viento las cercanas villas de Campo de Criptana, El Toboso y Mota del Cuervo, entre otras villas santiaguistas, todas al este de Alcázar de San Juan.

En su segunda salida, ya con Sancho como escudero, «acertó don Quijote a tomar la misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje» llegando, ahora sí, a ver los molinos de Campo de Criptana, combatiendo contra uno de ellos.

De regreso de Sierra Morena, en su segunda salida desde la Venta de la Inés, en tiempos de Cervantes conocida como Venta del Alcalde, don Quijote es traído a su pueblo sobre una carreta tirada por unos bueyes. Esta venta está situada al suroeste de Alcázar de San Juan. Pasadas las casas y ventas de Puerto Lápice, accederían a Alcázar por el oeste, por el camino de Herencia, «adonde entraron en la mitad del día, que acertó a ser domingo y la gente estaba toda en la plaza, por mitad de la cual atravesó el carro de don Quijote». Necesitan cruzar de oeste a este el pueblo, por su plaza, para llegar a su casa.

3º Más precisamente, al noreste de la villa

En la tercera salida, su primer destino es El Toboso. Alcázar de San Juan cuenta con un camino derecho con el nombre de Camino del Toboso. Este camino empezaba al noreste de la villa: «al anochecer, sin que nadie lo viese sino el bachiller, que quiso acompañarles media legua del lugar, se pusieron en camino del Toboso»

4º Elementos particulares del paisaje urbano

Además de la fuente de la plaza, Cervantes identifica dos elementos particulares más de la imagen urbana de Alcázar de San Juan. Estos le dan legibilidad al texto y nos ayudan a identificarlos en el plano de la villa: un arroyo al este antes de entrar a sus casas y unas eras  de trillar en sus afueras junto al Camino del Toboso.

-El Arroyo Mina.

El paje de la duquesa, desde Aragón, llegaría a esta parte de la Mancha por Cuenca, y después de pasar Mota del Cuervo y Campo de Criptana entraría a Alcázar de San Juan por el conocido Camino de Murcia. Por el este, lamiendo las últimas casas del lugar de don Quijote transcurría el Arroyo Mina. En este arroyo, que recogía aguas de los cerros del Tinte, las mujeres alcazareñas han lavado la ropa hasta bien entrado el siglo XX. Hoy está canalizado y no es visible.

En este paraje sitúa Cervantes el encuentro con la hija de Sancho: «…y antes de entrar en él vio en un arroyo estar lavando cantidad de mujeres…». La proximidad a su casa desde este arroyo la indica la muchacha: «—Venga vuesa merced, que a la entrada del pueblo está nuestra casa, y mi madre en ella, con harta pena por no haber sabido muchos días ha de mi señor padre.

-Las eras en el Camino del Toboso

En regreso desde Barcelona, pasando por El Toboso tratando de ver ya  desencantada a Dulcinea, llegan caballero y escudero a su lugar de origen:

«A la entrada del cual, según dice Cide Hamete, vio don Quijote que en las eras del lugar estaban riñendo dos mochachos

…Llegaron los cazadores, pidieron su liebre y diósela don Quijote; pasaron adelante, y a la entrada del pueblo toparon en un pradecillo rezando al cura y al bachiller Carrasco». (Q2, 73)

Estas eras, otro hito en la estructura de la imagen del lugar de don Quijote, quedan dibujadas por Cervantes junto al borde de la villa, en la entrada por el Camino al Toboso.

En Alcázar de San Juan existían, hasta la construcción del ferrocarril y su estación, unas eras para trillar cereal junto a las primeras casas de la villa, entre los caminos de La Puebla de Almoradiel y El Toboso, al noreste, en un paraje conocido como el Pradillo, el «pradecillo» donde rezaban el cura y el bachiller.

Este paraje, eras y pradillo, es mencionado en los libros de actas del ayuntamiento en muchas ocasiones. En tiempo de Cervantes y la escritura del Quijote, encontramos varios pleitos que mantuvo el concejo con el gobernador del priorato de San Juan, que residía en esta misma villa. Uno de ellos, en 1600, fue por la titularidad y uso de estas eras situadas en el «pradillo», en el que sus alcaldes y regidores defendían a los vecinos propietarios de estas antiguas eras del lugar:

«En la villa de Alcazar en diez y siete días del mes de febrero de mil seiscientos años estando en la torre del ayuntamiento de esta dicha villa los alcaldes y regidores que abajo firmaron sus nombres para tratar y conferir cosas tocantes del bien público de la dicha villa acordaron que por cuanto el gobernador [de los] dichos priorazgos procede contra los vecinos desta villa que tienen eras en el pradillo […]se lleven los papeles que les pareciere en su provecho para que el dicho gobernador se satisfaga de como las dichas eras son de los vecinos que las poseen […]»

Con las citas del texto, los argumentos o variables que de ellas se desprenden y con la ayuda de la cartografía histórica disponible, vamos a tratar de situar el barrio de don Quijote y Sancho Panza.

El plano más antiguo que se conoce de Alcázar de San Juan es el dibujado en 1840, conservado en el Centro Geográfico del Ejército.

La actividad que los vecinos ejercen en su lugar moldea su estructura configurando su imagen, especialmente el plano de ella. Cuando hay un cambio significativo en el número de vecinos y sus actividades, el plano del lugar, y por lo tanto su imagen, también cambia, amoldándose a las nuevas exigencias sociales, económicas o culturales.

Este cambio de vida socioeconómica ocurrió en Alcázar de San Juan a finales del s. XIX con la llegada del ferrocarril que uniría Madrid con el Levante y Andalucía, convirtiendo la estación ferroviaria de Alcázar de San Juan en uno de los nudos ferroviarios más importantes de España, cambiando así la función urbana de una ciudad, antes mayoritariamente agrícola y de oficios, a otra distinta con centenares de empleados ferroviarios y sus familias, muchos llegados de otras partes de España. El ferrocarril cambió sustancialmente los parámetros básicos de su configuración urbana: superficie, perímetro, longitud de los ejes y radios de su forma. Por tanto, modificó su aspecto externo y su paisaje. La imagen urbana que nos ofrece el plano anterior, de mitad del s. XIX, aún no tiene la huella del ferrocarril en ella.

El siguiente plano conocido de Alcázar de San Juan es el realizado en 1884 por el Instituto Geográfico y Estadístico, formando parte de las minutas que conformaron el primer Mapa Topográfico Nacional (MTN). En él ya se aprecia el nuevo desarrollo urbano de Alcázar debido al ferrocarril. Habilitar y construir barrios y casas para las nuevas familias de ferroviarios, además de la propia estructura industrial ferroviaria, cambia la línea periurbana de la ciudad.

¿Qué diferencia, en su estructura urbana, tenía la villa alcazareña de principios del s. XVII con esta primera imagen que conocemos de mitad del s. XIX? Solo analizando la evolución de sus habitantes en estos dos siglos y medio, podremos obtener una aproximación de su imagen urbana, especialmente de su línea periurbana, sus bordes, más sensible a los cambios demográficos.

Un cuarto de siglo antes de la escritura del Quijote, en 1575, en las Relaciones Topográficas mandadas hacer por Felipe II, se solicitaba a los pueblos que respondieran a «Las casas y vecinos que al presente en el dicho pueblo hubiese, y si ha tenido más o menos antes de ahora, y la causa por que se haya disminuido». Las respuestas de Alcázar de San Juan, aunque fueron hechas y enviadas, están perdidas. Pero sí disponemos de las respuestas de lugares vecinos que contestaron a «el nombre del primer pueblo que hubiese, yendo del lugar donde se hiciese la dicha relación…» Campo de Criptana dice que tiene a  «Alcázar, como al poniente, de más de dos mil vecinos», y Villafranca de los Caballeros responde que «la villa de Alcázar tendrá de vecindad dos mil y quinientos vecinos».

Vecino, en aquella época, se consideraba al sujeto que pagaba impuestos, por lo que quedaban fuera de este número las mujeres, niños, clero, religiosos, hidalgos y todo aquel que estuviese exento de pagarlos. Expertos en Historia y Estadística han llegado a la conclusión que para conocer el número aproximado de personas que habitaban un lugar, el número de «vecinos» habría que multiplicarlo por  cuatro o por cinco. Así la villa de Alcázar en 1575 contaría con entre ocho a diez mil habitantes.

Poco después, en 1594, en el censo de vecinos realizado en Alcázar de San Juan aparecen registrados «2.057 vecinos», aproximadamente los mismos habitantes.

Medio siglo después, en 1646, Alcázar de San Juan pasaría a tener «1.481 vecinos de todas clases», unas seis a siete mil personas, y en 1694 «1.134 vecinos», unas cinco mil personas aproximadamente. Con estos datos se confirma que durante el s. XVII Alcázar de San Juan casi perdió la mitad de sus habitantes. Aunque con menos casas habitadas, sus límites urbanos seguirían siendo los mismos.

Este descenso demográfico, en general en toda España, fue debido a las guerras mantenidas por la monarquía hispánica con pérdidas de muchos hombres, y a las epidemias, enfermedades y sequías que asolaron toda España. A este escenario había que sumar la escasa natalidad y la alta mortalidad de los recién nacidos, y de las mujeres durante la gestación y el parto. Crisis demográfica acrecentada por la expulsión de la numerosa población morisca entre 1609 y 1613.

Durante el s. XVIII comenzó la población a recuperarse, declarando Alcázar de San Juan al Catastro de Ensenada, en 1752, que tenía «dos mil vecinos», unos ocho a diez mil habitantes, el mismo número que contaba en 1600.

En 1852 se inician las obras de construcción de la estación del ferrocarril, llegando a sus andenes el primer tren desde Madrid el año 1854. En el Censo de 1857, que ya sí contabilizaba el número real de personas que habitan en los pueblos y ciudades españolas, Alcázar de San Juan anotó 7.942 habitantes. 

Vemos con estos datos, como la población se estabilizó durante estos últimos cien años, las ocupaciones de sus vecinos seguían siendo las mismas y su plano urbano, por tanto, seguía siendo aproximadamente igual. Hasta el comienzo de las obras del ferrocarril que cambia la vida social y económica de la ciudad y también su plano definitivamente.

En el Censo siguiente, el realizado en 1860, solo tres años después, refleja 8.179 habitantes, apreciándose claramente como el empleo ferroviario hace que el número de habitantes creciese en 237 personas, llegando a 11.292 habitantes en el año 1900. En solo medio siglo de actividad ferroviaria la ciudad creció más de un 42% en su población.

Por tanto, se puede afirmar que el mapa de Alcázar de San Juan realizado en 1840 refleja la misma función urbana que la villa mantenía en 1600. El trazado de sus calles y los límites urbanos son los mismos que los vecinos coetáneos de Cervantes, y el mismo Cervantes, pudieron apreciar. Es, a partir de la segunda parte del siglo XIX, con la construcción del ferrocarril, cuando comienza un nuevo desarrollo urbano que ha llegado hasta nuestros días.

Con las minutas que elaboraron los topógrafos del Instituto Geográfico Nacional, en 1884, del término municipal y del casco urbano, se formó el mapa topográfico MTN50-0713-1886-Alcázar de San Juan. En él se aprecian sus barrios, plazas y calles, y los caminos de acceso y arroyos que hoy han quedado soterrados por el plano urbano actual.

El Instituto Geográfico Nacional nos ofrece una herramienta muy útil para comparar varios tipos de mapas en la misma escala del visor. En la imagen anterior he comparado el mapa actual de Alcázar de San Juan con el MTN50-0713-1886. La línea periférica de la imagen de Alcázar de San Juan que refleja el primer plano de 1840 la he marcado en negro sobre el mapa actual de la ciudad. Así era aproximadamente Alcázar de San Juan en 1600.

He remarcado los caminos principales de acceso a Alcázar de San Juan. Están coloreados en rojo los caminos que, de una manera o de otra, están relacionados con las salidas de don Quijote. En azul uno de sus varios arroyos, el conocido como Arroyo Mina, que llegaba casi a las primeras casas de la villa por el este. En amarillo las Eras del Pradillo, donde sus agricultores trillaban el cereal.

Con esta perspectiva del mapa del lugar de don Quijote, y con el texto de la novela, es sencillo ubicar la zona urbana de la villa alcazareña que Cervantes escoge para situar en ella las casas de don Quijote y Sancho Panza.

Este barrio quijotesco, remarcado en verde en el mapa, es el contenido entre el Camino a Campo de Criptana, el Camino a los Siete Molinos y el Camino a El Toboso.

Por el primer camino sale don Quijote en su primera salida… «subió sobre Rocinante, puesta su mal compuesta celada, embrazó su adarga, tomó su lanza y por la puerta falsa de un corral salió al campo con grandísimo contento», hacia la Venta de Manjavacas. Vuelve por el mismo camino al día siguiente, una vez burlescamente nombrado caballero por el ventero y molido a palos por el mozo de mulas de los mercaderes toledanos que iban a Murcia. Recogido por un labrador vecino suyo… «llegaron al lugar a la hora que anochecía; pero el labrador aguardó a que fuese algo más noche, porque no viesen al molido hidalgo tan mal caballero. Llegada, pues, la hora que le pareció, entró en el pueblo y en la casa de don Quijote».

Por el Camino de los Siete Molinos llega a encontrarse con los primeros molinos de viento de Campo de Criptana. En su segunda salida, ya con Sancho Panza…  «una noche se salieron del lugar sin que persona los viese, en la cual caminaron tanto, que al amanecer se tuvieron por seguros de que no los hallarían aunque los buscasen… en esto descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo…»

La tercera salida es por el Camino a El Toboso… «al anochecer, sin que nadie lo viese sino el bachiller, que quiso acompañarles media legua del lugar, se pusieron en camino del Toboso»Es por este mismo camino por el que regresa desde Barcelona y «vio don Quijote que en las eras del lugar estaban riñendo dos mochachos… y a la entrada del pueblo toparon en un pradecillo rezando al cura y al bachiller Carrasco… rodeados de mochachos y acompañados del cura y del bachiller entraron en el pueblo y se fueron a casa de don Quijote».

El arroyo donde estaban las mujeres y la hija de Sancho Panza lavando la ropa es el Arroyo Mina, que tiene que atravesar el paje viniendo desde Aragón con las cartas y presentes para Teresa Panza antes de entrar al pueblo… «y antes de entrar en él vio en un arroyo estar lavando cantidad de mujeres… Y dejando la ropa que lavaba a otra compañera, sin tocarse ni calzarse —que estaba en piernas y desgreñada— saltó delante de la cabalgadura del paje, y dijo: Venga vuesa merced, que a la entrada del pueblo está nuestra casa».

El regreso de esta segunda salida a su pueblo, desde la Venta del Alcalde, hoy Venta de la Inés, en Sierra Morena, la hace don Quijote sobre una carreta de bueyes por el Camino a Herencia, «adonde entraron en la mitad del día, que acertó a ser domingo y la gente estaba toda en la plaza, por mitad de la cual atravesó el carro de don Quijote». En el mapa se aprecia como es necesario, entrando por el Camino de Herencia, atravesar la plaza para entrar en este barrio alcazareño. Cervantes, como diría Sancho, no da puntá sin hilo.

Las casas de hidalgo y escudero estaban junto al campo, en la línea perimetral de este barrio. Cervantes, en dos ocasiones nos lo detalla. El corral de la casa de don Quijote daba al campo… «por la puerta falsa de un corral salió al campo con grandísimo contento», y su vecino, Sancho Panza, como apuntaba su hija al paje « a la entrada del pueblo está nuestra casa».

He remarcado en el plano de 1840, con trazo de puntos verdes, el barrio del hidalgo manchego y su fiel escudero, y en rojo las casas más cercanas al campo. En este entorno real quiso Cervantes poner las casas de don Quijote y Sancho Panza en la ficción de la novela.

Las Eras del Pradillo, en amarillo, y el Arroyo Mina, en trazo original del plano y prolongado en azul justifican aún más el entorno urbano delimitado.

Evidentemente, no es posible determinar mejor, entre esta zona demarcada en rojo, las casas de hidalgo y labrador. Sin embargo, el trazado del Arroyo Mina junto al Camino de los Siete Molinos puede indicar el punto donde paje e hija de Sancho se encontraron. O tal vez este encuentro pudo ser en la entrada por el Camino de Murcia, junto al ábside de la iglesia-convento de San Francisco. Solo Cervantes, y quizás algunos vecinos de la villa que leyeron a principios del s. XVII el Quijote, sepan la respuesta.

Tal vez, tampoco sería para ellos un elemento de duda la pregunta que tantos lectores curiosos del Quijote a lo largo de los siglos se han hecho: ¿cómo es posible que saliendo por el mismo camino y dirección en la primera salida no viese los molinos de viento y en la segunda salida sí, saliendo de su pueblo por la «misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje»? Algunos han afirmado que podría ser un descuido o contradicción del propio autor de esta historia, pero debajo del plano urbano actual de Alcázar de San Juan está la respuesta.

En su primera salida, don Quijote llegó a la Venta de Manjavacas  siguiendo una de las variantes del Camino de Toledo a Murcia, pasando por Campo de Criptana y desde aquí siguió el Camino de Mota del Cuervo. El Camino de Campo de Criptana se podía tomar saliendo de la villa alcazareña por el Camino de Murcia, hoy Calle de San Francisco; pasando junto a la iglesia-convento de San Francisco, que en 1600 estaba fuera de los límites urbanos de la villa, y cruzando el Arroyo Mina por un puente principal, el viajero estaba ya en él. También se podía llegar a este camino saliendo por la Puerta de Villajos, comienzo del Camino del Toboso; desde aquí arrancaba un camino que después de vadear el Arroyo Mina llegaba al Camino de Campo de Criptana, a unos 500 m. de las últimas casas.

Por este camino viejo a la villa molinera no era posible ver ninguno de sus molinos de viento, situados la mayoría en su Sierra, o en parajes más al norte, tapados de la vista por las encinas que formaban los montes en esta zona manchega. Por el cambio del uso de suelo, hoy se pueden ver los molinos de viento criptanenses desde muchos kilómetros, imagen que hace cuatro siglos era imposible de apreciar.

En su segunda salida, don Quijote, ya con Sancho, sale en mitad de la noche por la «misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje», y al poco de amanecer  «descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo». Saliendo de su casa por el Camino de Murcia, ya en el campo y antes de cruzar el Arroyo Mina, arrancaba el Camino de los Siete Molinos. También, desde la salida de la villa por la Puerta de Villajos, al inicio del Camino a El Toboso se bifurca un camino que antes de cruzar el Arroyo Mina se incorpora al Camino de los Siete Molinos.

Una vez ya en este camino molinero, y pasado el límite entre Alcázar de San Juan y Campo de Criptana, estaban los primeros siete molinos de viento de Campo de Criptana; los siete propiedad de vecinos o instituciones religiosas alcazareñas, como consta en el Catastro de Ensenada. Hoy solo quedan los arranques de las cimentaciones de los molinos de viento y los silos para almacenar cereal, aperos y utensilios.

En el mapa anterior están remarcados el Camino a Campo de Criptana, el Camino de los Siete Molinos y la ubicación de estos en el término de Campo de Criptana.

Don Quijote sale por el mismo camino de su pueblo en ambas salidas. Es ya fuera de él cuando en compañía de Sancho toma el camino que los lleva a encontrarse con los molinos de viento.

Texto e imagen coinciden. Cervantes creó con su ingenio el cuento de don Quijote y, para hacerlo verosímil para sus lectores, solo tuvo que enmarcarlo  en una geografía física y humana que conocía bien. Hoy, los autores siguen escribiendo ficción utilizando este recurso literario ideado por Cervantes. La diferencia en la creación literaria en estos cuatro siglos está en que si actualmente un autor puede escribir de un lugar sin haber estado jamás en él, gracias a los recursos que la tecnología nos presta, en la época de la escritura del Quijote no se podía describir un lugar y su entorno cercano, con el detalle que hace Cervantes, sin haber estado en él.

                                      Luis Miguel Román Alhambra

Publicado en Alcázar Lugar de don Quijote

Deja un comentario

Archivado bajo Alcázar de San Juan

¡Viajeros, al tren!

Foto tomada de la web: https://turismoycultura.alcazardesanjuan.es/descubre-alcazar-de-san-juan/alcazar-es-historia/

Quienes hemos vivido intensamente la vida del ferrocarril, por ser nuestros mayores de esa bendita profesión, no tenemos por menos que amar al ferrocarril y disfrutar cuando viajamos en tren o cuando simplemente vemos surcar por los paisajes a la locomotora que arrastra (hoy de forma menos cansada que antaño) a los muchos vagones que componen la formación.

Impresiona ver un tren deslizarse en el horizonte, aunque los tiempos han hecho desaparecer tanto el ruido de la locomotora como el humo que irremediablemente dejaba atrás; hoy ya no suena aquel silbato que saludaba a quienes querían contemplar el espectáculo de un tren con el brío de entonces. Quiero brindar este pequeño homenaje a los trenes de vapor y a los hombres del ferrocarril.

Haber nacido en Alcázar de San Juan imprime carácter; un pueblo manchego atado al tren; todas las familias de Alcázar han tenido o tienen a alguien vinculado al camino de hierro.

Un viaje en tren genera sensaciones especiales, evoca momentos grandiosos de lo que supone ser ferroviario. Lo supe por mis abuelos, pero sobre todo por mi padre, persona que quería a su profesión ferroviaria con la pasión de quien vio el progreso de España en forma de raíles.

Máquinas de carbón, duras de manejar por hombres hechos de una pasta diferente, constantes y servidores de un fin único como era el de cumplir con la tarea del transporte en una época que todo se movía poco, era el transporte  de viajeros, mercancías o cartas; era aquella una España que empezaba a despertar del letargo de la guerra civil.

Aquellos hombres que estudiaban en libros rudimentarios lo que era la física de esos monstruos grandiosos, colosales, que caminaban los caminos de hierro arrastrando su existencia lentamente por las estaciones de España; eran máquinas preciosas que limpiaban y abrillantaban para sacarlas a pasear con orgullo en el siguiente viaje; una ceremonia de gestos infinitos que marcaron una época del ferrocarril de brillante hollín.

Alcázar tenía uno de los depósitos de máquinas de vapor (luego de eléctricas) más importantes de España. En Alcázar se divide (aún hoy) el trazado de la vía hacia Levante y hacia Andalucía; paso obligado de expresos y correos que dejaban en el aire un olor a carbonilla característico.

La estación de Alcázar era un lugar idóneo para pasar el rato observando, a falta de otras diversiones; un continuo ajetreo de trenes, máquinas y personas que se cambiaban para continuar el viaje con transbordos incluidos; viajeros que reposaban y cobijaban en los duros inviernos alrededor de las estufas de la grandiosa fonda de la estación recubierta con baldosines de motivos quijotescos y de humo de los cigarrillos; eran momentos necesarios para comprar avituallamiento y las obligadas tortas de Alcázar que llevaban a la familia.

Empleados, maleteros con sus carretillas dispuestos a transportar los “bultos” a cambio de alguna moneda, remolques motorizados que siempre tenían preferencia para cargar mercancías en los trenes; era el tren el medio de transporte ideal por falta de coches y carreteras, accesible a todos los bolsillos.

El ruido que se percibía en las madrugadas era cansino, era de máquinas de vapor descomprimiendo las calderas y de ese “empujoncito” que se percibía cuando se volvía a enganchar la máquina después de haberse cambiado y llenado de agua; eran momentos de pereza desde el duermevela del cansino traqueteo del tren al pasar las ruedas por las juntas de los carriles.

El ambiente olía a carbón, la vía olía al carbón acumulado por el paso de las máquinas y las traviesas de madera eran testigo sufrido del crepitar de las calderas alimentadas con el agua de las enormes fuentes.

El carbón se acumulaba en la mochila del tender para ser consumido, palada a palada, por el incansable fogonero; momentos de la historia del ferrocarril en los que quienes conducían el tren deberían saber de cocina, aunque fuera elemental y rústica, para poder subsistir en los largos viajes de ida y vuelta varios días después. Fueron momentos de tartera, cesta y de la olla ferroviaria, un invento este para mitigar la necesidad de alimentarse.

Ruido de descompresión de la caldera de la máquina, chorros de vapor que impregnaban hasta envolver en una niebla espesa a viajeros y a los mozos que cansinamente con un martillo de largo mango golpeaban las ruedas del tren para (por el sonido) percibir si había algún problema en ellas; horas de letargo y duermevela; todo era como un decorado que se repetía en las estaciones y que terminaba con el silbato del “factor de circulación” que con su gorra de reborde laureado y banderín rojo determinaba el comienzo de volver a acelerar la maquina con sus resoplidos hasta alcanzar la velocidad deseada, o permitida conforme al trazado de la vía.

Entonces las estaciones estaban más lejos unas de otras, los kilómetros parecían ser más largos entonces que ahora y el tren tardaba más en recorrerlos ; era lo mejor, era realmente bello poder viajar en aquellos vagones que se dividían en clase primera, segunda y tercera, en los que podía suceder de todo; los trenes eran como una gran calle con trasiego de gentes que iban y venían, un desorden acumulado y casi necesario.  

Las ventanillas son pantallas de cine en movimiento que van troceando el paisaje y componiendo las viñetas del inmenso cómic que es un viaje en tren. El tren ha servido para tender puentes entre las personas y los pueblos; el tren está en la vida de todos y aunque los tiempos dieron paso a los coches, al avión o a los barcos, nada podrá sustituir a la legendaria llamada: ¡Viajeros, al tren! para que aflore la nostalgia y el placer de viajar.

Mariano Avilés – jurista.   Abril 2023

Publicado en el blog: «Intimo y muy personal»

Deja un comentario

Archivado bajo Alcázar de San Juan

Conoce tu ciudad: Alcázar de San Juan

.

La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha coordinado tres rutas guiadas por la ciudad, para alumnos del Colegio Nuestra Señora de la Trinidad en una actividad enmarcada en su Semana Cultural

Alcázar de San Juan, 31/03/2022.- En la mañana del jueves 30 de marzo, ha tenido lugar la actividad “Conoce tu ciudad: Alcázar de San Juan” organizada por el profesorado del Colegio Nuestra Señora de la Trinidad de esta ciudad, enmarcada dentro de la Semana Cultural del Colegio.

Para esta acción cultural los alumnos participantes de los cursos de ESO, se han dividido en tres grupos diferentes, de forma que cada uno de ellos ha realizado una actividad distinta, pero todas de forma simultánea. De este modo, uno de los grupos visitaba el Torreón del Gran Prior para conocer la organización y modo de vida de los monjes guerreros que formaban parte de las Órdenes Militares; otro grupo visitaba el Museo Casa del Hidalgo para conocer cómo vivían los hidalgos de la época de Cervantes y un tercer grupo que ha hecho un recorrido por algunos de los lugares que vinculan la ciudad de Alcázar de San Juan con Cervantes y el Quijote.

Esta última actividad ha sido coordinada por la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan y los alumnos de los diversos grupos, han iniciado el recorrido en la estatua de Alonso con su gato (junto a Aguas de Alcázar), posteriormente han visitado la estatua del Quijote Cósmico (realizada por Santiago de Santiago) en la plaza de Palacio, la iglesia de Santa María la Mayor, donde se conserva una partida de bautismo de Miguel de Cervantes Saavedra con fecha nueve de noviembre de 1558.

También han conocido la ubicación (y la historia) donde se encontraba la casa de Juan López Caballero (en la calle de San Juan), padre de Juan y Pedro Barba, y tío de Alonso Gutiérrez de Quijada o Quesada (quién en un duelo venció al hijo del Conde de San Polo, de Francia, y de quien dice descender Alonso Quijano en el Quijote: «Y las aventuras y desafíos que también acabaron en Borgoña los valientes españoles Pedro Barba y Gutierre Quijada (de cuya alcurnia yo deciendo, por línea recta de varón), venciendo a los hijos del conde de San Polo» (DQ I, 49).

Seguidamente visitaron la plaza de Cervantes -antiguamente llamada de la Rubia del Rosquero- donde está la casa en la que nació Miguel de Cervantes; finalizando en la Plaza de España donde está ubicada desde 1971 la estatua de Don Quijote y Sancho Panza obra del leonés Marino Amaya y que tiene como particularidad que el rostro de Sancho Panza está inspirado en la cara del conocido periodista Tico Medina (ya fallecido).

En cada uno de los lugares, han conocido las curiosidades de cada monumento y la vinculación de cada uno de ellos con Miguel de Cervantes y su obra. En resumen, que los alumnos han vivido una enriquecedora jornada cultural que ha servido para que conozcan mucho mejor su ciudad.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Deja un comentario

Archivado bajo Alcázar de San Juan

La alcaldesa inaugura oficialmente la nueva Oficina de Turismo

.

.

Esta mañana, la nueva Oficina de Turismo de Alcázar de San Juan ha abierto oficialmente sus puertas. Situada a plena vista en la Plaza de España, se encuentra totalmente equipada y operativa desde hoy para recibir, gestionar y ayudar a vecinos y visitantes de la localidad. Así lo ha anunciado la alcaldesa Rosa Melchor, en compañía de la concejala de Turismo, Bárbara Sánchez-Mateos, que han visitado la instalación junto a las dos personas responsables de su funcionamiento.

Uno de los ejes fundamentales sobre los que se ha vertebrado este proyecto es la visibilidad: “Una oficina de turismo que ya no habrá que buscar, sino que todo el mundo se la encontrará aquí en la plaza”, señalaba la alcaldesa, que ha destacado la moderna conceptualización de la construcción, inspirada en la apuesta de las ciudades más turísticas de toda Europa.

En cuanto al apartado estético, la oficina está revestida de grandes cristaleras y vegetación, gracias a la reciente instalación de varias jardineras que aportan un aspecto más natural. Todo ello, tal y como manifiesta Melchor, sin renunciar a la seña de identidad de Alcázar de San Juan: “Tanto dentro como fuera nos acompañan Quijote y Sancho, con los que los turistas podrán hacerse fotos en alguna ocasión y reconocerse en nuestra identidad manchega y, por supuesto, en nuestra identidad cervantina”.

La instalación de la nueva oficina municipal ha aprovechado el momento de remodelación que atraviesa la Plaza de España, cuyo emplazamiento implica una serie de necesidades en materia de seguridad, motivo por el que el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan ha instalado cámaras de vigilancia anti-vandalismo.

El horario de atención de las dos personas responsables es, de lunes a sábado, de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00, mientras que los domingos permanecerá abierta solamente por la mañana, de 10:00 a 14:00.

Publicado en Ayuntamiento de Alcázar de San Juan

Deja un comentario

Archivado bajo Alcázar de San Juan

El Besamanos en honor a Nuestra Señora de la Soledad y el tradicional Vía Crucis marcarán el intenso Viernes de Dolores en la Cofradía del Santo Entierro

.

.

.

.

El Besamanos en Honor a Nuestra Señora de la Soledad comenzará a las 10:00h., interrumpiéndose a las 13:30h., para continuar desde las 16:30h., hasta las 21:30h. El Vía Crucis se realizará a las 23:00 h.

La Cofradía del Santo Entierro, como viene siendo costumbre y tradición, celebrará Besamanos en honor a su sagrada Titular en el horario anteriormente indicado. En todo momento, la Imagen Titular del Santo Entierro estará acompañada por las mujeres de la Cofradía, Damas de Nuestra Señora de la Soledad, que por turnos de 30 minutos harán guardia ante Ella todo el tiempo. A las 19:30 h. se celebrará la Función Solemne en su Honor.

A las 23:00 h., como viene sucediendo desde 1987, dará comienzo el tradicional Vía Crucis Penitencial con la Imagen del Santísimo Cristo de la Agonía y Misericordia. Imagen que habitualmente forma parte del conjunto del Paso del Calvario que participa en la Estación de Penitencia del Santo Entierro. Transcurrirá por las calles Rosario, Salitre, Rubio, Tirso de Molina, Cerrada, Santa Ana, Plaza San José, Tio Rostra y Plaza de Santa María.

.

Deja un comentario

Archivado bajo Alcázar de San Juan

INDEPF inaugura su nueva Sala Multidisciplinar Poco Frecuente

.

.

Una reforma que ha sido posible gracias a una subvención de la Diputación de Ciudad Real y a la iniciativa privada, como PLADUR España y Fundación la Caixa

Tras unos meses en los que el Centro de Atención a personas con Enfermedades Poco Frecuentes se ha encontrado bajo reforma, Indepf ha inaugurado su nueva Sala Multidisciplinar Poco Frecuente, que servirá como salón de actos y sala de formación, además de dos nuevas consultas para atender a pacientes con este tipo de patologías y sus familias.

Esta inauguración quedó a cargo del Director general de la entidad, D. Jesús Ignacio Meco, del alcalde del Excelentísimo Ayuntamiento de Campo de Criptana, D. Santiago Lázaro, D. César Jimeno, Responsable de Acción Social de Caixabank, y D. Mariano Ucendo, diputado por la comarca de Alcázar de San Juan. En palabras del alcalde, “Jesús ha logrado alinear a instituciones políticas y privadas para conseguir mejorar unas instalaciones que tiene proyección”.

Todos ellos han reiterado la importancia de contar con un centro especializado en la atención de personas con enfermedades poco frecuentes, cuyos profesionales están a la entera disposición del paciente, conociendo los procedimientos a seguir y brindando toda la ayuda posible a aquellos que la necesitan. D. Santiago Lázaro ha confirmado que en las próximas fechas se firmará el convenio por el cual Indepf podrá mantener sus servicios en su espacio de la Casa de las Asociaciones de Campo de Criptana.

Las obras de mejora de la infraestructura han sido posibles gracias a una subvención que la Diputación de Ciudad Real otorgó a INDEPF y a donaciones de la iniciativa privada, como Fundación La Caixa y PLADUR España.

Sobre INDEPF:

El Instituto de Investigación y Desarrollo Social de Enfermedades Poco Frecuentes (INDEPF) tiene como objetivo definir y fomentar un modelo Sociosanitario de las EPF y mejorar la calidad de vida de pacientes y familiares. Este objetivo se persigue desarrollando proyectos e iniciativas de   investigación, de innovación en el área médica, farmacológica y social para aumentar el conocimiento de las enfermedades en diagnósticos y tratamientos, así como en la mejora de la calidad de vida de los pacientes en sus habilidades personales   y   servicios   psico-sociales.   La   atención   y   ayuda   al   paciente afectado de Enfermedades Poco Frecuentes es la principal razón del INDEPF, dar al paciente las herramientas para el manejo de su enfermedad.

Deja un comentario

Archivado bajo Alcázar de San Juan